Febrero 2019 «Lugo Apocalíptico«, la exposición del diseñador gráfico lucense Jesús Crende Novoa, es la expo del momento en Lugo y sin duda, será una de las del año.
Situada en el hall del Instituto Lucus Augusti (el «masculino), las 10 fotografías que muestran monumentos lucenses derruidos en una apocalipsis de polvo y cenizas con el fin del artista de llamar la atención sobre la importancia de cuidar nuestro patrimonio han corrido como la pólvora por las redes sociales, medios informativos y el boca a oreja: vete a ver la expo, es una maravilla.
Aprovechando su amistad con el cineasta y fotógrafo lucense Serafín Trashorras quedamos para charlar con Jesús Crende sobre cómo lleva tanta repercusión, su proceso creativo con las imágenes de Lugo Apocalíptico y planes de fututo, pero como sucede cuando se reúnen mentes creativas y amigas, tocamos mil temas y ninguno, disfrutamos la reunión y en esta ocasión, en lugar del formato entrevista, compartimos unos puntos clave de la charla y os invitamos, os animamos, a ir a ver la expo que a finales de febrero levanta el vuelo y quién sabe cuándo será la próxima ocasión para verla.
Puntos clave:
– Jesús Crende parte de una fotografía sobre la cuál va dibujando capas y capas de detalles increíbles (tableta y photoshop)
– Por eso recomendamos ver cada imagen parándose en muchos puntos de la misma ya que están llenas de motivos brillantemente dibujados e ideados
– La idea la tiene clara desde el principio. Ya en los primeros esbozos está prácticamente la totalidad de la obra final.
– Como artista le importa tanto la imaginación como la técnica. Respetando y admirando a muchos artistas que plasman la realidad, prefiere aquellos que una vez tienen una gran destreza técnica – es algo imprescindible- , la ponen al servicio de la imaginación y así van más allá, dicen algo más.
– En su caso, en Lugo Apocalíptico, ese «decir algo más» es una defensa del patrimonio, de su cuidado y del respeto al mismo.
– Jesús Crende creció dibujando entre las paredes del colegio Franciscanos y sobre todo en el Museo Provincial de Lugo, lugar en el que pasó su infancia dibujando todas las obras que allí había con un placer infinito.
