Extraordinario salto de calidad del festival FACELA de Lugo

Junio 2018. Que la primera edición del FACELA fue buena. Sí. La segunda muy buena. También. Pero esta tercera, esta tercera sólo se puede calificar de excelente. Nos fuimos todos con la sensación de haber vivido un FESTIVALAZO. Así que empezamos esta no-crónica por el final: por un mundo mejor, un Facela IV …por favor. Adaptamos el «por un mundo mejor habrá que hacer el amor» de Sr Chinarro – uno de los momentos cumbre del festival – para hacer un llamamiento directo a las instituciones públicas y empresas privadas para que apuesten decididamente por un festival que este año se ha confirmado como estrella polar en el noroeste peninsular… con su apoyo, el IV, puede ser el de la consolidación y sobran motivos para que la apuesta sea decidida: una organización de 10, un público encantado y 19 grupos entregados a la causa Facela gracias al buen trato recibido, el excelente sonido del que gozaron y el gran ambiente festivalero vivido … público + grupos contentos = boca a oreja altamente positivo, Lugo en boca de todos. 

En uno de sus artículos universitarios, la estadística Gertrude Mary Cox – gran matemática, mejor persona- defiende en su teoría del fuego y del ardor –o cuál es la probabilidad de ver a gente arder al mismo tiempo-, que todo depende de nada y nada depende de todo según la música de fondo y el número de estímulos positivos recibidos por el sujeto susceptible de arder. Gertrude se quedaría perpleja ante el número de gente que vimos arder el pasado fin de semana en el Facela: querida Gertrude, hubo momentos en los que todo el mundo ardió  «como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas.” …y fue una maravillosa locura. 

¿Con qué quedarnos? Muy difícil, extremadamente cuando hay que elegir entre la excelencia. Como esta no-crónica es una no-crítica y sólo obedece a gustos personales podemos decir que flotamos con Joana Serrat, ella sola, voz y guitarra, llena cualquier agujero del corazón, con la vena gallega de  Marc Jonson y Richard Lloyd de Television respondiéndonos con otra pregunta a la nuestra de ¿qué tal el concierto -tocaron con Ramírez Exposure – ?: ¿cómo viste tu a la gente? Se lo pasaron genial. Entonces fue un gran concierto dicen al unísono. Y claro que lo fue. Llovía y era noche pero su música fabricaba sol y luz cegadora.  O ese Indomable ajustándose a la perfección al nombre (sabiendo llevar al espontáneo del concierto en Vinissi en A Tinería y el show que se marcó durante el apagón general, sumándose al concierto que dio lo hacen merecedor de ese «escenario principal! ¡Escenario principal!» que le gritábamos todos). El apagón general lo provocaron los Fogbound. Su potente directo psicodélico impactó de tal forma en el corazón de la máquina que dijo basta, el generador se paró ante tal desparrame de inocencia lisérgica. Se cambió por uno ajeno a las emociones positivas del ser humano, una máquina fría y endemoniada que resistió a la perfección los envites de Fab De Lirious y sus secuaces seguidos del resto de bandas que se marcaron conciertazos: Carolina Durante («Cayetano» será un hit pero la masa enloqueció con eso de  «Tus puñales aun me duelen en la espalda» que cantan en un bucle final mágico en su «La Noche de los Muertos Vivientes»… había mucho de esto en el ambiente, había mucho de sentirse vivos, muy vivos), Apartamentos Acapulco (momento éxtasis que tenemos en los festivales que cubrimos, el grupo que en directo supera todas nuestras expectativas y nos hace olvidar el trabajo: nada de fotos… disfrutar del concierto…extasiados), Sr. Chinarro y la extraña habilidad de hacer flotar al personal con canciones costumbristas, que hablan de ti, de mi, de todos nosotros y todos los demás … 

Músico, poeta o cuerdo

Pero en libertad

…

Crees en la salvación

Alguna razón tendrás

Esta fuerza hará la unión

Me dejaré llevar

Pruébame que hay vida

Se trata de probar

La única salida

Es continuar

Humana o divina

Por Dios o por Alá

Pruébame que hay vida

Prueba y la verás

Doctor Explosión hablan las fotos, sí… las fotos hablan solas. El concierto del festival. El CONCIERTO, así en mayúsculas. MAYÚSCULO. Como lo fue para nosotros esa Xiana Tigre y su «¡Viva Lugo!» para acabar el concierto de Atrás Tigre. Segunda vez que los vemos y segunda vez que nos enamoran: Atrás Tigre, apuesta segura, apuesta ganadora. 

¿Qué nos queda? Los grupos lucenses, Berta Franklin, Sigilu y Kadett GSI a los que este no-experto musical no llegó a tiempo para hacer esta no-crónica, y si bien, a Kadett GSI y a Sigilu ya los vimos (a Sigilu la noche de los Surfin’ Bichos y para nosotros es uno de los discos de este 2018), nos hubiera gustado volver a verlos y también descubrir en directo a Berta Franklin, un grupo que nos tiene atrapados en su bandcamp y que esperamos poder ver pronto en directo.

El equilibrio y el buen gusto en el cartel es uno de los GRANDES aciertos de los organizadores. A los grupos citados se sumaron Abuela Te quiero – no los vimos por problemas de agenda – , Calcutá – maravilla – , Esteban & Manuel – no los vimos por problemas de sueño, estábamos k.o.- , Las Ruinas, Músculo!, Papaya y Rufus T. Firefly (el concierto de Mahou)   que se marcaron conciertazos que hicieron del festival una gran e histórica fiesta… por dos noches pudimos ser abiertamente esa gente loca…

“… que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas.”