NOV 2017 A Automatics les faltó público y al público que estábamos nos faltó más público y más Automatics. Como se nos dan fatal las leyes físicas y/o matemáticas no sabemos muy bien si la afluencia de público a un concierto es directamente proporcional a las ganas que le pone la banda o es inversamente proporcional al cuadrado del espacio desocupado de la sala. En cualquier caso, dejando de lado esta perogrullada científica: a sala con aforo escaso ambiente frío asegurado por mucho fader y reverb que le hubiesen metido los de Linares.
Automatics cumplió sobradamente el trámite aunque hay miradas que lo dicen todo y todo es algo así como «el conciertazo que pudiera haber sido si la sala estuviese llena». Esta semana seguimos escuchándolos en la redacción, porque «Ruido negro» es un discazo y los discazos…discazos son.